Escobar, Buenos Aires, Argentina 10/11/2020

LOS PRIMEROS MOMENTOS DE VIDA DE UN CÓNDOR ANDINO

Luego de dos meses de espera y especial atención, finalmente nació una nueva cría de cóndor andino en Fundación Temaikèn. Es el tercer polluelo de la pareja reproductiva que habita el Bioparque y, como sus hermanos, su destino es el de repoblar los cielos patagónicos como parte del Programa de Conservación de Cóndor Andino (PCCA).

El lunes por la mañana los cuidadores del sector cóndor de Fundación Temaikèn tuvieron una sospecha: por el circuito de cámaras cerradas con el que controlaban el nido de cóndores, se veía una cáscara de huevo apartada. Era señal de que, luego de más de 60 días de incubación natural, la cría finalmente había nacido. Horas después, llegó la comprobación cuando un pequeño polluelo, casi imperceptible por su plumón color gris, aparecía debajo de sus padres.
El nacimiento había sucedido probablemente durante la noche del domingo y hoy todo el equipo celebra la llegada al mundo de un nuevo miembro de esta especie autóctona tan emblemática.
Los próximos meses serán de mucho crecimiento para esta cría, que permanecerá entre uno y dos años con sus padres. Estos generalmente asumen su rol de proveedores durante unos 8/9 meses ya que es una especie longeva que tarda en llegar a la madurez.
Pasado ese tiempo y si todo se desarrolla normalmente, se evaluará su traslado hacia Río Negro para que continúe el camino dentro del Programa de Conservación del Cóndor Andino, del que Fundación Temaikèn es miembro. El plan es que allí, en la meseta de Pailemán, cerca del océano Atlántico, permanezca un tiempo de adaptación con otros cóndores con quienes será reinsertado.
Durante todo este proceso se evitará al máximo que el animal tenga algún tipo de contacto con el ser humano y aprenda de sus padres. Los controles de biólogos, veterinarios y cuidadores se realizan desde una cámara posicionada en el nido. A partir del nacimiento, el equipo de Nutrición provee piezas de alimento más grandes para que les duren durante más días y reduzca el contacto con personas.
“Por el comportamiento del padre y la madre, el cuidado parental viene óptimo, ambos prestan atención a la cría y lo están haciendo muy bien. La alimentación que reciben hace que ganen peso rápido por lo que en días/semanas va a estar mucho más observable en cámara y se va a poder ver más nítidamente la interacción padre/polluelo.” dice Andrés Suares, Responsable de la Población de Aves de Fundación Temaikèn.

     

Programa de Conservación del Cóndor Andino
Este polluelo es la tercera cría de la pareja reproductiva de Temaikèn. Su hermana mayor es Amancay, una hembra que fue criada por sus padres y reinsertada en 2019 junto a una bandada de otros 5 cóndores en Pailemán. Hoy aún se reciben sus registros de vuelo, y las últimas señales la ubicaban en Chubut.
Su otro hermano es Tayel, que nació hace un año luego de un proceso de incubación artificial y es criado bajo aislamiento humano en el Ecoparque. Tayel también tiene como destino repoblar la Patagonia Atlántica como parte del PCCA.
Los programas de reproducción y reinserción de cóndor andino representan un soporte fundamental para la conservación de la especie en la naturaleza. Además, permiten adquirir conocimientos y experiencia de manejo de estos animales, perfeccionando técnicas de manejo y rescate de animales en peligro.
La Fundación, además de contar con la pareja reproductiva, participa del proyecto recibiendo en su Centro de Rescate y Rehabilitación cóndores de distintos lugares del país, derivados de llamados de emergencias del PCCA. También recibe muestras de animales encontrados sin vida para determinar la causa de deceso y generar más información para su conservación.

 

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